El Gobierno de Jair Bolsonaro anunció este martes que impondrá una cuarentena de cinco días a las personas no vacunadas que lleguen a Brasil. Además, exigirá un examen negativo de la COVID-19, pero reiteró que no adoptará el llamado pasaporte sanitario.
La decisión fue presentada en rueda de prensa por un equipo del Gobierno encabezado por el titular de la cartera de Salud, Marcelo Queiroga. El ministro explicó que esas medidas serán adoptadas debido a los temores que genera la variante ómicron del coronavirus.
"El enfrentamiento a la pandemia no pasa por un pasaporte, que genera más discordias que consensos", declaró Queiroga. Asimismo, apuntó que aquellos países en en los que se generan nuevas variantes de COVID-19 "no pueden ser castigados".

Pese a que la Agencia Nacional de Vigilancia Sanitaria (Anvisa), el regulador nacional, recomendó la adopción del pasaporte sanitario para minimizar el riesgo de la variante ómicron, de la que Brasil registró ya seis casos, Queiroga subrayó que "no se puede discriminar a las personas entre vacunadas o no".
BRASIL MINIMIZÓ RIESGO DE LA ÓMICRON
El ministro declaró, como suele repetir el presidente Jair Bolsonaro, que las vacunas desarrolladas hasta ahora "no impiden totalmente la transmisión del virus". Por lo tanto, apuntó que se puede contraer y transmitir de todas formas, según EFE.
Queiroga también minimizó el peligro que puede representar la variante ómicron y citó que "la propia OMS (Organización Mundial de la Salud) dice que es una variante de preocupación, pero que no debe llevar a la desesperación".
En ese marco, precisó que las personas no vacunadas podrán ingresar al país, siempre que presenten un resultado negativo de COVID-19, aunque tendrán que someterse a una cuarentena de cinco días y luego realizarse otro examen.
TAMBIÉN TE PUEDE INTERESAR: COLOMBIA PEDIRÁ CERTIFICADO DE VACUNACIÓN PARA INGRESAR AL PAÍS A PARTIR DEL 14DIC

"En caso de que resulte negativo, podrán disfrutar de nuestro país", declaró.
Según Queiroga, una de las razones que pesó en la decisión es que "es necesario defender todas las libertades individuales y respetar los derechos de todos los ciudadanos".
Brasil es uno de los tres países más afectados por la pandemia en el mundo, junto con Estados Unidos y la India. Hasta el momento registró casi 616.000 muertes y más de 22 millones de casos.